nuestra_historia

¿Te imaginas tener que viajar 9.393km para encontrar a la persona adecuada para ti? Pues esa es exactamente la distancia entre Isla Mauricio y España. Pero no vamos a mentir, no hemos necesitado viajar toda esa distancia para encontrarnos (aunque alguno ha viajado más que el otro). Lejos de casa, nuestra zona de confort y nuestra cultura, nos conocimos en 2021 en una roca del Mediterráneo (también llamada Malta).

Te suena la frase de “me voy solo un par de añitos al extranjero” que luego se convierte en “a ver cuando vamos de visita a casa”? Pues esa es nuestra historia.

Desde que nos conocemos, no hemos dejado de aprender el uno del otro. Por ejemplo:

Yo le he perdido el miedo al picante en las comidas (pero sólo un poco) y he descubierto cómo saben realmente los mangos. También, he aprendido que comer arroz a menudo no es extraño; que las palabras Navidad, verano y barbacoa no son incompatibles y que decir “pero ya he bebido un par de cafés” no cuenta como haber bebido agua.

Y yo he dejado de temerle al aceite de oliva y he descubierto el verdadero sabor del lechazo. También,  he aprendido que comer tanto pan tampoco es una locura, he vivido el invierno y el frío castellanos y ahora sé que tomar un café no es cosa de 5 minutos, sino que implica tomarse su tiempo saboreándolo y hablando de la vida.

Todo esto, nuestras ligeras diferencias, solo nos llevan a aprender y crear una relación más fuerte. Pero para ser honestos, somos más similares de lo que parece. Y es que a veces nos cuesta creer que 2 personas tan distintas y viviendo en diferentes partes del mundo puedan, a la vez, ser compatibles y tener tantos pensamientos, planes y ambiciones en común.